viernes, 7 de mayo de 2010

El estres

El estrés es beneficioso cuando realmente estamos viviendo una situación estresante y presente; cuando pase, nuestro estrés irá disminuyendo (ya ha acabado, no hay porque preocuparse, ya no hace falta la máxima alerta).

Entonces, ¿cuál es el problema? ¿si es un mecanismo de alerta, por qué nos enferma? Bien, el problema está en que nosotros no esperamos a que el peligro sea real y presente. El ser humano es el único animal que es capaz de estresarse simplemente imaginando una situación que todavía no ha empezado; y así puede vivir meses y meses sin que nunca llegue a pasar, pero todos los días pensamos que sucederá mañana, prolongando el estrés en el tiempo. La enfermedad nos invade cuando mantenemos esta situación de alerta máxima en nuestro organismo más tiempo del necesario. Una persona no puede aguantar una presión sanguínea tan alta, durante tanto tiempo, sin sufrir las consecuencias. Los órganos se desgastan a una velocidad vertiginosa. Nuestro sistema inmunitario se debilita...

Un día nos sentamos a pensar qué pasaría si a algún familiar cercano le ocurriera una desgracia... y aún no ha ocurrido, pero simplemente imaginándolo podemos llegar a sentir miedo, tristeza, podemos incluso emocionarnos y llorar; pero todavía no hay razón para preocuparse. Es nuestra increíble capacidad para la imaginación (somos el único animal capaz de imaginar) la que no va acorde con nuestros instintos más remotos. Hay una porción de nuestro cerebro que ha evolucionado a mucha más velocidad que la parte más primitiva; la que estaba ahí antes de que surgiera el primer homo sapiens. Esta situación provoca los conflictos entre el instinto primitivo y la imaginación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La vida